En el mundo actual, términos como “sustentabilidad” y “sostenibilidad” se escuchan con frecuencia en discusiones sobre el medio ambiente, la economía y las políticas públicas. Aunque a menudo se usan indistintamente, algunas personas creen que estos términos tienen significados diferentes. Sin embargo, para fines prácticos, ambos términos son sinónimos y se refieren a la misma idea fundamental: la necesidad de mantener un equilibrio entre el desarrollo y la conservación de los recursos naturales para garantizar un futuro viable y saludable para las próximas generaciones.
La importancia de la sustentabilidad o sostenibilidad radica en su enfoque integral, que abarca aspectos ambientales, económicos y sociales. En el ámbito ambiental, promueve prácticas que eviten la degradación de los ecosistemas y el agotamiento de los recursos naturales. Económicamente, busca un desarrollo que no comprometa la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. En cuanto a las políticas públicas, tanto la sustentabilidad como la sostenibilidad son principios clave para diseñar estrategias y regulaciones que fomenten un desarrollo equilibrado y responsable.
Este artículo incorpora información de Fundéu y del excelente recurso “¿Sustentable o sostenible?” publicado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua en 2021.
Definición y origen
Origen etimológico común
Para comprender mejor por qué “sustentabilidad” y “sostenibilidad” se consideran sinónimos, es útil explorar sus raíces etimológicas. Ambos términos derivan del verbo latino “sustinēre“, que significa “sostener” o “mantener”. Este verbo se compone de dos partes: “sus,” que significa “desde abajo,” y “tenere,” que significa “tener” o “mantener”. De esta manera, el verbo “sustinēre” implica la acción de sostener algo desde abajo, asegurando su estabilidad y permanencia.
El término “sostenible” proviene directamente del latín “sustinēre“. En español, “sostener” ha evolucionado para abarcar no solo el sentido físico de mantener algo en su lugar, sino también un sentido más abstracto de apoyar o defender una idea o acción a lo largo del tiempo. Este desarrollo semántico se refleja en la definición actual de “sostenible,” que se refiere a algo que puede mantenerse durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar daños significativos al medio ambiente.
Por otro lado, “sustentable” tiene una raíz etimológica similar, derivada del verbo “sustentāre,” que también proviene de “sustinēre.” La diferencia radica en que “sustentāre” es una forma intensiva de “sustinēre,” utilizada históricamente para enfatizar el acto de apoyar o mantener algo de manera continua y duradera. En el contexto moderno, “sustentable” ha adquirido el mismo significado que “sostenible,” describiendo prácticas y modelos que buscan perdurar en el tiempo sin comprometer los recursos naturales o el bienestar social.
El desarrollo paralelo de estos términos y su origen común explican por qué se utilizan de manera intercambiable en la mayoría de los contextos. Ambos términos subrayan la importancia de un equilibrio cuidadoso y a largo plazo entre el uso de los recursos y la preservación del medio ambiente, encapsulando una visión compartida de un futuro más responsable y consciente.
Uso contemporáneo en el DRAE
En el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), tanto “sostenible” como “sustentable” se encuentran reconocidos, aunque su inclusión y las definiciones específicas han evolucionado con el tiempo. En la vigesimotercera edición del DRAE, se puede encontrar la definición de “sostenible” como algo que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente. Esta definición resalta el énfasis en la capacidad de perdurar sin comprometer los recursos naturales, un principio central de la sostenibilidad en el contexto ambiental y económico.
Por otro lado, la palabra “sustentable” inicialmente no se incluyó con el mismo sentido en las primeras ediciones del DRAE. Se definía como algo que se puede sustentar o defender con razones, sin aludir directamente a la conservación de recursos. Sin embargo, debido al uso creciente del término en América Latina, la Real Academia Española ha reconocido el uso de “sustentable” en el mismo contexto que “sostenible”. Este cambio refleja una adaptación al lenguaje cotidiano y a las necesidades comunicativas de una sociedad cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad.
El uso contemporáneo de estos términos en el DRAE muestra una convergencia hacia una comprensión unificada. Ambos términos ahora se utilizan para describir prácticas, políticas y modelos de desarrollo que buscan equilibrar las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Esta evolución en el diccionario oficial no solo valida el uso intercambiable de “sostenible” y “sustentable”, sino que también subraya la importancia de estas ideas en el discurso público y en la formulación de políticas.
Usos y percepciones
Preferencias regionales (América Latina vs. España)
A pesar de que “sustentabilidad” y “sostenibilidad” se consideran sinónimos, su uso varía notablemente entre diferentes regiones hispanohablantes. Esta variación refleja las preferencias lingüísticas y culturales que influyen en la elección de uno u otro término.
En América Latina, el término “sustentabilidad” es ampliamente utilizado y aceptado. Esto se debe en parte a la influencia del portugués, donde la palabra “sustentável” es común en Brasil, el país más grande de la región. La cercanía cultural y lingüística con Brasil, así como la adopción temprana del término en documentos y discursos oficiales (Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, 1992), ha consolidado el uso de “sustentabilidad” en muchos países latinoamericanos. Además, el término ha sido adoptado por numerosas organizaciones no gubernamentales, académicas y gubernamentales en toda América Latina, fortaleciendo su presencia en el discurso sobre desarrollo y medio ambiente.
En España, por otro lado, el término “sostenibilidad” es el preferido y más comúnmente utilizado. Este término ha sido el más difundido en los medios de comunicación, la academia y los documentos oficiales desde que el concepto comenzó a ganar relevancia en la década de 1980. La preferencia por “sostenibilidad” en España puede estar relacionada con la traducción temprana de textos clave y la adopción del término en las políticas de la Unión Europea, donde “sustainable development” se traduce típicamente como “desarrollo sostenible.”
Estas preferencias regionales no implican una diferencia en el significado o la importancia de los conceptos, sino más bien una adaptación lingüística y cultural a las influencias y tradiciones locales.
En ambos contextos, la aceptación y uso de estos términos reflejan un compromiso compartido con la conservación ambiental y el desarrollo económico responsable. Al reconocer estas preferencias regionales, se facilita una comunicación más efectiva y coherente en la implementación de políticas y prácticas sostenibles a nivel global.
Uso en documentos oficiales
El uso de los términos “sustentabilidad” y “sostenibilidad” en documentos oficiales varía según el contexto y la región, pero ambos han encontrado su lugar en el lenguaje formal de políticas públicas y normativas internacionales. En muchos casos, la elección de uno u otro término refleja la preferencia regional, la tradición lingüística y las influencias de traducciones anteriores.
En América Latina, especialmente en países como México, “sustentabilidad” se ha consolidado en la redacción de leyes y documentos oficiales. Por ejemplo, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos menciona “sustentabilidad” en varias ocasiones, particularmente en referencia al desarrollo económico y la gestión de recursos naturales. Este uso recurrente subraya la aceptación y la importancia del término en el discurso político y legal del país. Además, en muchas legislaciones ambientales y programas gubernamentales en América Latina, “sustentabilidad” es el término preferido, alineándose con las directrices y objetivos de desarrollo sostenible adoptados por los gobiernos de la región.
En contraste, en España y en muchos documentos de la Unión Europea, “sostenibilidad” es el término predominante. La normativa europea y las políticas relacionadas con el desarrollo sostenible, la gestión ambiental y la economía verde utilizan consistentemente “sostenibilidad”. Esto refleja una coherencia en la terminología que facilita la implementación y seguimiento de políticas a nivel supranacional. Documentos clave como la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea y diversos informes sobre cambio climático y conservación de recursos naturales emplean “sostenibilidad” para definir sus objetivos y marcos de acción.
En el contexto de las Naciones Unidas, ambos términos aparecen, aunque “sostenibilidad” es más común en los documentos oficiales en español, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este programa global, que guía las políticas y acciones de desarrollo en todo el mundo, ha estandarizado el uso de “sostenibilidad” en sus traducciones oficiales al español. Sin embargo, es importante reconocer que la esencia y los principios que ambos términos representan son universalmente aceptados, y las diferencias terminológicas no afectan la implementación de las metas y objetivos establecidos.
La utilización de “sustentabilidad” y “sostenibilidad” en documentos oficiales destaca la flexibilidad del idioma y la adaptación a contextos específicos. Lo crucial es la coherencia dentro de un mismo documento o marco de políticas, evitando el uso intercambiable de los términos para mantener la claridad y precisión en la comunicación. En última instancia, ambos términos sirven para promover un desarrollo que equilibre el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente, garantizando así un futuro sostenible para todos.
Opiniones de expertos
Fundéu: validez de ambos términos
La Fundación del Español Urgente, conocida como Fundéu, juega un papel crucial en la orientación sobre el uso correcto del idioma español. Fundéu, respaldada por la Real Academia Española y la Agencia EFE, ofrece recomendaciones lingüísticas basadas en la evolución y uso cotidiano del lenguaje. En relación con los términos “sustentabilidad” y “sostenibilidad,” Fundéu ha aclarado que ambos son válidos y pueden ser utilizados indistintamente.
Fundéu destaca que “sostenible” y “sustentable” tienen un origen etimológico común y, aunque sus inclusiones en el Diccionario de la Real Academia Española han tenido diferentes matices históricamente, ambos términos han convergido en su significado contemporáneo. Según Fundéu, el adjetivo “sostenible” ha sido tradicionalmente más común en España, mientras que “sustentable” ha ganado popularidad en América Latina. Esta preferencia regional, sin embargo, no implica una diferencia en el significado o en la validez de los términos.
La fundación enfatiza que tanto “sostenible” como “sustentable” se refieren a un modelo de desarrollo que puede mantenerse a largo plazo sin agotar los recursos naturales ni causar daños significativos al medio ambiente. Este concepto es fundamental en el discurso sobre la conservación ambiental y el desarrollo económico responsable. Fundéu sugiere que, aunque es posible optar por uno u otro término según la preferencia o el contexto regional, lo importante es mantener la consistencia en su uso dentro de un mismo texto para evitar confusiones.
Fundéu también señala que la validez de ambos términos está respaldada por su uso en importantes documentos internacionales y por organismos oficiales. La inclusión de “sustentable” en el Diccionario de la Real Academia Española, aunque inicialmente limitado a un significado más literal, se ha ampliado para reflejar su uso común en el contexto de la sostenibilidad. Esto muestra una adaptación del idioma a las necesidades comunicativas actuales y una aceptación de la diversidad lingüística dentro del mundo hispanohablante.
Conclusión
A lo largo de este artículo, hemos explorado la aparente diferencia entre los términos “sustentabilidad” y “sostenibilidad”, llegando a la conclusión de que, en la práctica, ambos son sinónimos. Hemos analizado sus orígenes etimológicos, demostrando que ambos derivan del mismo verbo latino “sustinere”, lo que ya sugiere una base común en su significado.
En el uso contemporáneo, tanto en el Diccionario de la Real Academia Española como en el habla cotidiana, se ha validado que ambos términos pueden utilizarse para describir el mismo concepto de desarrollo que busca mantener el equilibrio entre el uso de los recursos y la conservación del medio ambiente. La inclusión de “sustentable” en el DRAE, inicialmente con un significado más literal y luego ampliado, refuerza esta equivalencia.
Hemos visto que las preferencias regionales juegan un papel importante en la elección de términos. En América Latina, “sustentabilidad” es más común debido a influencias lingüísticas y culturales, mientras que en España, “sostenibilidad” es el término preferido. A pesar de estas diferencias, ambos términos se utilizan en documentos oficiales y tienen la misma validez y aceptación en contextos formales e informales.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu) ha aclarado que ambos términos son correctos y que su uso depende más de las preferencias regionales y contextuales que de una diferencia significativa en el significado. Esta validación por parte de una entidad lingüística respetada subraya la intercambiabilidad de “sustentabilidad” y “sostenibilidad”.
En resumen, la exploración de estos términos revela que la elección entre “sustentabilidad” y “sostenibilidad” es más una cuestión de preferencia y contexto que de significado. Ambos términos encapsulan el mismo ideal de un desarrollo equilibrado y responsable que garantiza el bienestar de las generaciones presentes y futuras. La coherencia en el uso de uno de los términos en cualquier texto específico es fundamental para mantener la claridad y precisión en la comunicación. Lo importante es seguir avanzando en la implementación de prácticas y políticas que promuevan un desarrollo sostenible y sustentable, independientemente del término que se elija.
Importancia de la coherencia en el uso
La coherencia en el uso de los términos “sustentabilidad” y “sostenibilidad” es fundamental para asegurar una comunicación clara y efectiva. Aunque ambos términos son sinónimos y se refieren al mismo concepto de desarrollo equilibrado, la elección consistente de uno de ellos dentro de un mismo documento o discurso es crucial para evitar confusiones y mantener la claridad del mensaje.
Cuando se redactan documentos oficiales, informes técnicos, artículos académicos o cualquier tipo de comunicación que aborde temas de desarrollo sostenible, es esencial decidirse por uno de los términos desde el principio y adherirse a esa elección a lo largo del texto. Esta práctica no solo facilita la comprensión por parte del lector, sino que también muestra profesionalismo y atención al detalle.
La falta de coherencia puede llevar a malentendidos, especialmente en contextos donde se espera precisión, como en informes de políticas públicas, estudios ambientales y proyectos de desarrollo. Por ejemplo, si un documento alterna entre “sustentabilidad” y “sostenibilidad”, puede dar la impresión de que se está hablando de conceptos diferentes, lo que podría confundir a los lectores y disminuir la efectividad del mensaje.
En el ámbito académico y de investigación, la coherencia terminológica también es crucial para la credibilidad y la claridad del trabajo. Los investigadores y académicos deben elegir un término y usarlo consistentemente para evitar ambigüedades y garantizar que sus hallazgos y recomendaciones sean comprendidos de manera precisa por la audiencia.
Además, en la educación y divulgación, la coherencia en el uso de términos contribuye a una mejor comprensión por parte de estudiantes y el público en general. Utilizar de manera consistente “sustentabilidad” o “sostenibilidad” ayuda a consolidar el concepto en la mente de las personas, facilitando su aprendizaje y aplicación en diversos contextos.
En el ámbito corporativo y de negocios, la coherencia también juega un papel importante. Las empresas que desarrollan informes de sostenibilidad o planes de responsabilidad social corporativa deben asegurarse de que sus documentos sean claros y coherentes. Esto no solo mejora la comunicación interna y externa, sino que también refuerza el compromiso de la empresa con los principios de desarrollo sostenible.
En resumen, la coherencia en el uso de “sustentabilidad” y “sostenibilidad” es esencial para garantizar una comunicación efectiva y clara. Elegir un término y adherirse a él a lo largo de un texto o discurso evita confusiones, refuerza la credibilidad y facilita la comprensión de los conceptos clave relacionados con el desarrollo sostenible. Esta práctica contribuye a una mejor educación, investigación y aplicación de políticas y estrategias que promuevan un desarrollo equilibrado y responsable para el futuro.
