Según el informe de las Naciones Unidas de 2018, en conjunto con el Royal Institute of Chartered Surveyors, el sector inmobiliario es clave para los objetivos de sostenibilidad de las empresas, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2030).
Los desarrolladores que se ubican a la vanguardia juegan un rol fundamental en la construcción de un futuro más sostenible, resiliente e inclusivo para las ciudades emergentes. Es a través de ellos que las ciudades tienen el potencial de transformarse, eligiendo reducir el impacto ambiental y asegurando un crecimiento sostenido de los proyectos privados en los principales centros urbanos. Y es a través de ellos como se pueden impulsar desarrollos inmobiliarios que sean al mismo tiempo concientes del entorno urbano que los rodea, y concientes del gran potencial que la rentabilidad de los proyectos ‘verdes’ tienen para el futuro del negocio inmobiliario.
¿Cómo afecta el cambio climático a las inversiones inmobiliarias?
El cambio climático trae consigo cambios en el panorama de la inversión inmobiliaria. Ahora más que nunca, los inversores deben tener en cuenta la información medioambiental y geográfica, al tomar decisiones de inversión inmobiliaria. La evaluación de la ubicación del proyecto no debe basarse únicamente en la instantánea actual del panorama económico. También debe proyectar los posibles efectos de los factores ambientales.
El cambio climático requiere que las inversiones inmobiliarias tengan medidas de adaptación, ya sea a través de enfoques arquitectónicos y de diseño, o mediante estrategias de adaptación al cambio climático como por ejemplo la recuperación sin impacto medioambiental en las áreas bajas.
Por otro lado, también abre oportunidades para descubrir, explorar y desarrollar nuevas áreas de crecimiento económico.
¿Qué significa el desarrollo sostenible en el sector inmobiliario?
El desarrollo sostenible y la resiliencia climática van de la mano. Los edificios resilientes se están convirtiendo en una necesidad en el sector inmobiliario. Con el medio ambiente como parámetro básico, un marco de diseño debe integrar las necesidades de adaptación al cambio climático e incorporar características sostenibles como la captación de agua de lluvia, la energía solar y el diseño ecológico pasivo en las estructuras de los edificios. Como tal, el desarrollo sostenible en el sector inmobiliario debería significar la aparición de edificios ecológicos como parte del panorama de la industria.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, que se centra en hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, destaca la práctica de la arquitectura adaptativa y el diseño ecológico. Estos enfoques deben estar sincronizados con la planificación ambiental y el diseño urbano.
¿Cómo se diseña y construye un edificio sostenible?
Los diseños se caracterizan por integrar completamente las características de las energías renovables (pasivas para ahorrar y activas para generar energía) con la arquitectura. Esta integración comienza durante el proceso de conceptualización y se extiende al diseño, construcción y mantenimiento de edificios. El proceso se crea utilizando estrategias de diseño basadas en el rendimiento que utilizan software arquitectónico paramétrico y generativo.
Al inicio del proceso de diseño hay un análisis detallado de los datos existentes respecto a las condiciones climáticas naturales de la ubicación del sitio, optimizando el uso de elementos naturales para dar forma al diseño del edificio (el mismo «proceso lógico» utilizado por la naturaleza).
Los desarrollos inmobiliarios sostenibles logran una integración del edificio con el entorno, reaccionando de manera eficiente al mismo. Pueden considerarse como un organismo vivo y no solo como una mera construcción. Esto es posible gracias a la aplicación de los mejores principios de la tecnología de la casa pasiva: control de sombras, enfriamiento del viento y maximización de la exposición a la luz indirecta. Las fachadas que dan al norte están diseñadas para utilizar los componentes del edificio, pisos, losas, proyecciones y balcones como dispositivos de sombreado para ventanas o terrazas dimensionadas adecuadamente para minimizar el efecto de sobrecalentamiento y deslumbramiento con una reducción de hasta el 80% respecto al diseño convencional.
La ubicación de los proyectos considera la dirección del viento, de forma tal que el mismo contribuya al enfriamiento pasivo del interior. Al mismo tiempo, se realiza un diseño de forma tal que se optimice la luz natural, permitiendo que la luz del sol alcance la mayor superficie posible para lograr una mejor iluminación de los ambientes.
¿Cuáles son las implicaciones en los costos de diseñar para la sostenibilidad?
En comparación con los costos de construcción tradicionales, la mayoría de los edificios con certificación ecológica requieren un 4% más de inversión inicial. Sin embargo, diseñar para la sostenibilidad realmente ayuda a las empresas a ahorrar una gran cantidad de dinero a lo largo del tiempo con la reducción de los gastos de mantenimiento de edificios y los costos de energía y agua.
Además, los desarrollos inmobiliarios sostenibles tienen la virtud de revalorizarse frente a los desarrollos tradicionales, que en el largo plazo tenderán a quedar obsoletos. El poder de reventa es significativamente mayor.
Los desarrollos sostenibles tienen la capacidad de ahorrar hasta un 30% de energía, 35% de agua y utilizan materiales de construcción con una menor huella de carbono que los desarrollos tradicionales.